31 mar 2011

El proletariado en España

El proletariado es un término utilizado para designar a la clase social más baja de la época de la edad moderna que, en el modo de producción capitalista, se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a la burguesía por carecer de los medios de producción. Un miembro de esta clase es llamado un proletario. En España el proletariado es el gran derrotado de la guerra civil. En un principio es un proletariado rural y hambriento, sólo durante el desarrollismo, y gracias al éxodo rural se convierte en un proletariado industrial. Tras la guerra civil el proletariado empobrecido regresa al medio rural, ya que es aquí donde se producen los alimentos, ya no son propietarios de las tierras, y deben arrendarlas o trabajar como jornaleros para los grandes terratenientes. La abundancia de la mano de obra de un momento a otro hace que los salarios bajen. En los grandes latifundios de Extremadura y Andalucía hay familias enteras que trabajan sólo por la comida y un techo dentro de la gran propiedad, esta situación se prologa hasta los años 60. Tras el plan de estabilización en 1959 de la economía española, el país se comienza a industrializar. Es necesario tener un proletariado industrial, se promueve un proceso de emigración del campo a la ciudad, que se hace masivo, y por eso se conoce como el éxodo rural y los pueblos se quedan con muy pocos habitantes en menos de una década. El proletariado se concentra en las zonas industriales: las zonas carboníferas de León, Asturias y Palencia; la minería de plomo, cobre, mercurio y pirita en Cartagena y Huelva; el hierro en el País Vasco, la industria textil de Valencia y Barcelona; la industria siderúrgica y química en Asturias y el País Vasco. Aunque lo que más crece es la industria del turismo y el ocio, en todas las capitales de provincia y, sobre todo, en la costa del Sol, el Levante, Alicante, las islas Baleares y Canarias. Las condiciones en las que trabaja el proletariado se definen en una de las principales leyes del franquismo: Fuero del Trabajo, de 1938. Esas condiciones son miserables, pero el Estado asume la protección paternalista del trabajador y las quejas deben encauzarse a través del partido, que está controlado por los patronos. Su lema es: Pan, Patria y Justicia. El proletariado se enmarca dentro de los sindicatos verticales, típicos del fascismo, donde no tiene posibilidades de defender sus derechos. El mundo del trabajo se organiza por ramas de producción, y en cada rama están representados los trabajadores, los patronos y el partido único. Con el desarrollismo aumenta la preparación técnica del proletariado, para el que se hacen planes de estudio de formación profesional, pero la mayoría del proletariado rural, que no encuentra trabajo, emigra al extranjero.

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