10 abr 2011

La Revolución Industrial según E.Hobsbawm

La Revolución Industrial apareció entonces como un proceso positivo, que se debería fomentar con la ayuda estatal, una discontinuidad fundamental en el desarrollo económico global que los gobiernos del tercer mundo deberían promover, en vez de un fenómeno negativo que debería ser controlado por el Estado, según interpretaciones anteriores.


Eric Hobsbawm identifica, desde un enfoque rupturista, las variables que posibilitan la fase de despegue producida en el período comprendido entre 1760 y 1780

Según Eric Hobsbawm, doscientos años de constante desarrollo económico sientan las bases para la Revolución Industrial.En la obra “Industria e Imperio” el autor menciona sus precondiciones:

-La acumulación primitiva de capital o fase prehistórica necesaria del capitalismo: se asocia en Inglaterra al cambio agrario y al movimiento de cercamientos que concuerda con la tradición histórica del declive del campesinado.

-La situación del mercado interno: el aumento de la población permite el crecimiento del mercado interior, creando más consumidores. El gran tamaño del mercado interno y su estabilidad promueven el crecimiento económico. Es el mercado interior el que proporciona la base para una economía industrial generalizada.

-La situación del mercado externo: las industrias para la exportación son más revolucionarias y ascienden con más rapidez que las de los mercados interiores. Si la demanda de éstos crece, la exterior se multiplica.
La manufactura del algodón es típica del período; derivada de la dinámica del comercio internacional colonial y vinculada al mundo subdesarrollado, proporciona una alternativa a los productos indios, especialmente en momentos de crisis. Como el resto de los cambios que originan la Revolución Industrial.

Por otra parte, la organización laboral inestable , que emplea como fuerza de trabajo sobre todo a mujeres y niños y la generalización de los telares mecánicos gracias al capital acumulado en la industria permite el desarrollo de un movimiento de asociación obrera. Se produce así un cambio en las relaciones económicas entre las personas.

Según Hobsbawm, se trata de un nuevo ritmo de vida, una nueva sociedad, una nueva era histórica. El nuevo sistema se compone de tres elementos:

- El primero es la división de la población industrial entre empresarios capitalistas y obreros que no tenían más que su fuerza de trabajo, que vendían a cambio de un salario.

-El segundo es la producción en la fábrica, una combinación de máquinas especializadas con trabajo humano especializado.

- El tercero es la sujeción de toda la economía a los fines de los capitalistas y la acumulación de beneficios.

Es durante este período que los trabajadores empiezan a ver reducidos sus salarios, a soportar largas jornadas laborales e incluso perder sus trabajos, por lo que entre 1778 y 1830 se producen constantes revueltas contra la expansión de la maquinaria.

En conclusión:

La posición adoptada por Hobsbawm para su explicación del fenómeno conocido como Revolución Industrial sigue el modelo de acumulación primitiva. Esta visión, en contraposición con el enfoque gradualista propio de los historiadores económicos de los años ’70, incluye una fase de preindustrialización, y considera a las innovaciones tecnológicas como elementos de ruptura.

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