20 feb 2011

Los Gremios

El gremio era un tipo de asociación económica de origen europeo, implantada también en las colonias, que estaba formada por los artesanos de un mismo oficio que apareció en las ciudades medievales y se extendió hasta finales de la Edad Moderna. En la mayor parte de las ciudades del norte de Francia, los trabajadores habían seguido organizados en gremios que estaban formados por artesanos que hacían la misma clase de trabajos. Cada gremio tenía sus reglamentos y sus jefes que eran los jurados. Para tener derecho a abrir tiendas y vender, era necesario haber sido admitido como maestro por los que lo eran del oficio, y no se aceptaba como tal sino al ya ejercitado en la profesión.
El niño entraba en el oficio como aprendiz de un maestro, comprometido por un contrato, debía trabajar para el maestro sin ser pagado durante un número de años que difería según los oficios, y el maestro, en cambio, debía darle alojamiento, comida y enseñarle el oficio. Cuando finalizaba el aprendizaje, el obrero venía a ser sirviente o compañero, trabajaba para el maestro, pero recibía salario. Los hijos o los sobrinos del maestro podían ser también maestros en cuanto salían del aprendizaje, los demás seguían siendo compañeros, que esperaban tener medios para abrir una tienda.
Hasta finales de la Edad Media, en la mayor parte de los oficios, los compañeros acababan, normalmente, por hacerse maestros. Pero a éstos les interesaba no aumentar el número de los que podían hacerles competencia por ello exigieron una obra maestra que llevara mucho tiempo para hacer, elevaron el derecho de entrada que había que pagar, y no dejaron entrar ya más que a hijos de maestros por lo que se hizo más difícil cada vez ser admitido en la clase. En el siglo XVI, la mayor parte de los obreros seguían siendo compañeros toda la vida, obligados a trabajar por cuenta de un maestro y reducidos a vivir de su salario.
Los compañeros, vivían como huéspedes y no tenían familias, debían acudir al taller del maestro y trabajar desde la salida del sol hasta la noche. Cuando no tenían trabajo, tenían que acudir todas las mañanas a un sitio determinado para esperar que un maestro fuera a contratarlos.
En cuanto llegaban a una ciudad, tenían que buscar un patrón, si permanecían sin trabajo, se les consideraba como vagabundos y se les podía coger a la fuerza, encadenar y emplear en los trabajos de la ciudad.
Los reglamentos fijaban los salarios, no solamente estaba prohibido que el obrero pidiera más, sino que también decírselo al patrón. Se quería impedir que un maestro quitase obreros a los otros.
El compañero, una vez contratado, no tenía derechos a salirse antes de terminar el ajuste, los compañeros tenían prohibido ponerse de acuerdo para discutir los salarios con los maestros y hacer coaliciones, como también concertarse para cesar a un tiempo en el trabajo, lo que se empezaba a decir hacer una huelga.
A partir del siglo XV, los compañeros de algunos oficios tuvieron la costumbre de ir de ciudad en ciudad, pasando algún tiempo al servicio de un maestro, al que dejaban más tarde, a esto se llamaba "dar la vuelta a Francia".
El régimen de los oficios no existía más que en las ciudades de veeduría, que eran casi todas en el norte de Francia, y aun en estas ciudades, las profesiones que no estaban organizadas en gremio permanecían libres. En los oficios sometidos a los reglamentos, las prohibiciones no siempre eran observadas, muchos obreros en sus casas, llamados chambrelans, hacían zapatos, vestidos, muebles, y lo vendían en contra de lo mandado.
El rey, para algunas industrias de lujo, como el tejido de la seda, autorizaba a particulares para que pusiesen manufacturas, en que se hacía trabajar a obreros que no quedaban sometidos al reglamento del oficio.

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